El miércoles 4 de mayo llevamos a cabo la tercera sesión de nuestro taller de Filosofía en la prisión de Navalcarnero, junto con Progresa Educativamente y gracias a Solidarios para el Desarrollo.

Tras saludarnos, repartimos unos cuadernos que llevamos con el fin de que se usen como diarios filosóficos. Invitamos a los participantes a que escriban reflexiones, disertaciones y aquello que se les ocurra, en el momento del taller y con posterioridad. Eso dio pie a que comentásemos la importancia de la redacción a mano en relación a la mecanografía digital. De ahí, a la experiencia propia de las cartas y la página en la que se escribe como un lugar donde encuentras cosas que se creían perdidas. Ese tiempo dedicado hace que sea más fácil la apertura y la emoción.
Tras estos minutos de distensión empezamos el diálogo sobre la libertad y el determinismo. Como siempre, iniciamos con una ronda de intervenciones breves. En varias de ellas, apareció la idea de que la libertad tiene que ver con lo material, con la capacidad de tener más o menos cosas o hacer más o menos actividades. En cuanto al determinismo, se habló de la determinación natural, porque nos vamos a morir sí o sí, pero lo abordamos de manera más profunda desde la condición social y existencial. Aunque podemos elegir y eso hace que seamos libres, tenemos condicionamientos y circunstancias que nos determinan. Así surgieron diversas preguntas: ¿La elección humana puede superar condicionamientos tan fuertes como las condiciones materiales? ¿Es el dinero aquello que nos hace libres, de qué manera nos ata y qué posibilidades nos da sobre quien no tiene? ¿Qué es aquello que podemos realizar con la libertad? ¿Es la libertad hacer lo que me da la gana sin impedimentos? ¿La libertad puede llegar a ser un hecho antisocial o es el fin mismo de la responsabilidad con el otro? ¿La libertad es lo que permite o lo que impide al perro grande comerse al chico?
Compartimos una multitud de textos sobre la relación entre determinismo y libertad. Leímos un pequeño fragmento de Sartre, acerca del hecho radical de la libertad humana, después uno de Spinoza acerca de que la libertad es una ilusión producida por el desconocimiento de las causas que nos determinan y algunos más… Finalmente, el que más removió a las ideas fue un texto de Simone Weil: La libertad verdadera no se define por una relación entre el deseo y la satisfacción, sino por una relación entre el pensamiento y la acción.
Entre tanto, fueron apareciendo distintos conceptos de la libertad. La libertad ontológica, que tiene que ver con si estamos o no predispuestos por la naturaleza o alguna otra fuerza superior a hacer lo que hacemos; la política, que tiene que ver con lo que podemos o no hacer junto a los otros o sin ellos; y la libertad como sentimiento o experiencia existencial.

Nos preguntamos ¿En qué momentos nos sentimos realmente libres? y esto dio pie a que las concepciones de la libertad mutaron hacia la experiencia más sensible y menos solitaria. Surgieron las imágenes de jugar al fútbol en el patio, de estar con los seres queridos, del disfrutar de la lectura… Lo cual abrió más planteamientos como la relación entre la felicidad y la libertad o la decisión entre el hueco entre los derechos y las obligaciones. ¿Podemos ser libres únicamente en el pensamiento? ¿Es la libertad física y material el grado superior de libertad? De esta manera, viendo lo que había fuera y las posibilidades de nuestra sociedad, se afirmó incluso que dentro del módulo se tenía una libertad para hacer muchas cosas que las obligaciones y necesidades impiden hacer fuera. De esta manera, hablamos de la necesidad de que el espacio carcelario diera esa oportunidad en vez de ser, como en muchos otros lugares del mundo, un espacio de castigo y violencia.
Terminamos con una ronda de conclusiones, con mucha emoción y determinación por usar los nuevos cuadernos. El tiempo se pasó volando y el diálogo se quedó muy corto. Hablamos sobre la posibilidad de llegar un poco antes o quedarnos un poco más.
De cualquier manera, el próximo día continuaremos con un diálogo acerca de si es posible el perdón o el olvido. Pronto os lo contaremos
